lunes, 18 de febrero de 2008

LA MODA QUE VIENE (Y II)



No hace falta más que un gabán y algo de imaginación para viajar. También se puede viajar sin gabán, por supuesto. Y sin nada,claro. Pero sin imaginación y sin billete, la cosa se pone difícil. Ojalá fuera tan fácil bajar al suburbano de Nueva York. Aunque fuera sin tacones de aguja ni camisa de franela. Menos mal que de imaginación, andamos sobrados.


(Colección de Alma Aguilar)

¡Que alivio! ¡Las hombreras continúan desterradas!. Y las rodilleras aquellas con las que nos tapaban parches. Y esos dibujos de flores y animales que ocultaban enganchones...era tan fácil...bastaba pasarle la plancha. Un poquito de calor, y listo. Jaja...menos mal que sólo se rescatan algunas cosas, como el pantalón de pata de elefante.


(Colección de Alma Aguilar)

Y cuidado, que las apariencias engañan...nada es lo que parece...



Y aquí las tenemos. Todas las modelos, ordenaditas, como los cromos de los álbumes de antaño.



Para terminar, el postre..un poco de lencería...


(Colección de Andrés Sardá. Camerino.)


La percha la tendrá que poner la imaginación. Si es capaz de llevarnos a Nueva York..lo que no podrá hacer...

martes, 12 de febrero de 2008

LA MODA QUE VIENE (I)

Si te das una vuelta por la Pasarela Cibeles, encontrarás poco diábolo y mucho cilindro. O más bien, cilindrín. Siempre ha sido así y siempre lo será. Las curvas, peligrosas o no, son terrenales, y las modelos etéreas...

(Dos minutos antes del desfile de Ágatha Ruiz de la Prada. Backstage)

La moda es arte. Y ya sabemos que los artistas tienen sus manías. Algunos prefieren el ermetismo y otros en cambio, se exhiben cual florero por los pasillos. Pero concertar una cita con ellos sin que se te escapen en el último minuto, es una tarea ardua difícil.


(Previo del directo de Telecinco junto al camerino de A. Ruiz de la Prada)



Luego llegan las prisas. En algo se tenían que parecer los desfiles a la vida cotidiana. Tal vez sea en lo único en lo que coincidimos. Mujeres corriendo de un lado a otro, perdiendo tacones en trampas inverosímiles. Sin despeinarse, eso sí. Y por supuesto, sin perder la compostura.






(Desfile de Ágatha Ruiz de la Prada- Backstage)

Y mientras, en maquillaje y peluquería, se trabaja sin cesar...a veces a un ritmo trepidante.






(Maquillaje y peluquería para el desfile de Francis Montesinos)


Importante también el decorado. La pasarela al fin y al cabo, es como el escenario de un teatro, en donde actrices y actores semi-androides se dejan llevar porlo pies como un suspiro. Al final el conjunto de todos consiguen terminar con mejor o menor acierto, la obra maestra...


(Decorado del desfile de Francis Montesinos)


(Desfile de Francis Montesinos)