jueves, 31 de enero de 2008

QUE VIENE DON CARNAL



Saquemos las máscaras. Las que llevamos siempre no, las otras, las de mentira. Las de seres animados e inanimados, las de plumas gigantes de colores, las de monstruos indescriptibles. La que hacíamos de niños en el colegio, con vendas, papel, cola blanca y mucha paciencia. Saquemos las alas y el antifaz de cartulina, la sábana túnica, los espumillones navideños, la peluca de algodón. Todos esos personajes que inventamos de pequeños, que construimos con mayor o menor acierto. Que partieron de un punto lejano de nuestra imaginación hacia no se sabe dónde. Y que acabamos perdiendo para siempre.




(La Tarasca, carroza de Don Carnal)




Qué diferente nuestros disfraces de entonces a los de ahora. Un plumero era un bastón de mando. Una caja de cartón, un palacio. Qué diferentes a los trajes inmaculados del presente.

A las carrozas perfectas. Al Carnaval de postal plastificada. A la Tarasca de Don Carnal, que todo lo destruye, hasta la imaginación. Hasta los sueños.

6 comentarios:

Unknown dijo...

Nunca deberíamos perder de vista la ilusión que bañaba de luz nuestros días de infancia. La ilusión, la imaginación y la alegría. ¿Dónde se van cuando crecemos y la vida nos da de hostias?

ESTRIGOIU dijo...

Lo malo es que los niños de ahora completo comprado en el Corte Inglés.. Hagamos alarde de fantasía e imaginación para recuperarlos del materialismo

ladysteffi dijo...

Noe: pues sí...al final nos vamos cargando la imaginación poco a poco. Y terminamos haciendo las mismas cosas todos los dias´como máquinas cortadas por el mismo patrón. C'est la vie!

Estrigoiu: sí sí...y recuerda el saco de patatas que usabas a modo de ponche indio...yo con un trapillo descolorido me hacía el velo de princesa más hermosos del mundo. Fijate tú...Lo mejor...que iba con camisón azul al cole tan contenta pensando que iba de angelito...jaja..

Ángel Fondo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ángel Fondo dijo...

Gracias por esperarme...qué este carnaval no podía perdérmelo.
El carnaval y esa música que sabes me encanta.
Qué ingeniosidad tienen algunos, con sus máscaras capaces de engañar de por vida, y cómo no, también está la alegría de descubrirnos tal como somos cuando jugamos a no ser reconocidos.
Será porque aquí empiezo a encontrarme como en casa cuando vengo por lo que dejo mi antifaz a la entrada, en tu arcón para máscaras y relojes, y me descubro ante tu cariño ...gracias por esperarme.

Un beso.

ladysteffi dijo...

Vaya vaya,Robin, sí que prescindes de antifaces...¡¡cambio de foto y todo!!! (aunque la otra me gustaba más, que conste). Muchas gracias por pasarte por aquí. Es un honor,como siempre.

Un beso.