martes, 27 de noviembre de 2007

PERISCOPIO: EL NIÑO CON EL PIJAMA DE RAYAS

Sus páginas derrochan ternura, complicidad y miedo. Miedo de nosotros mismos. Miedo al adulto en el que nos convertimos sin darnos cuenta. Miedo a no poder recuperar jamás los valores que atesoramos a los nueve años sin disciplinas ni ensayos y que perdimos un buen dia sin darnos cuenta...

Un niño incapaz de comprender qué se esconde en el corazón de un adulto. Qué resorte hace saltar el rincón más cruel e innecesario. Es "El niño con el pijama de rayas", de John Boyne.



No se puede contar nada más acerca de él. Es mejor que su historia sorprenda al lector desde el principio. Sólo diré que no es un cuento, ni una fábula, sino una historia bella y cruel que te remueve por dentro y hace que el corazón se encoja...

... y que de pronto tu mente contemple aterrada en la lejanía un puntito que se transforma en una mancha que se transforma en un borrón que se transforma en un niño con un pijama de rayas.

4 comentarios:

Ángel Fondo dijo...

Ese agujero en el muro es una entrada al espanto y nosotros acompañamos a la inocencia hasta un escenario donde la realidad nos sobrepasa brutalmente.
La mirada del niño es la nuestra, reconociéndonos en su ilusión, aunque la voz de la conciencia ajena nos grita y nos suplica que alguien cambie lo que fue, como si fuera posible dominar el tiempo y transformar el pasado.
Lo leí de un tirón hace unos meses.

Ya me tienes de nuevo por aquí.
En tu casa me encuentro como en la mía. Afinidades y cariño creciente, seguro…
Un beso para ti y otro también para tu princesa.

Unknown dijo...

Se lo pediré a los Reyes...

ESTRIGOIU dijo...

En la inocencia y asombro por cada detalle de la vida que poseen los niños, está la llave a la felicidad. Como dijo Jesucristo, "el que no sea como uno de ellos, no entrará en el reino de los cielos"

ladysteffi dijo...

Robin: Desde luego, asombrada me tienes. A ver si encuentro algo que no hayas leido, jaja!! Y tienes razón. Nada puede cambiar el pasado. Lo único que podemos intentar es no repetir los mismos errores en un futuro.
A mi me encanta visitar tu casa, tan poética y espaciosa...¡¡¡que de gente cabe!!!. Besos.

Noe: No se de dónde sacas tanto tiempo para leer...pero sí,pidetelo que te va a encantar. Un beso gordo.

Estrigoiu: Pues sí...a veces pienso que el conocimiento es el enemigo de la inocencia, y por tanto, de la felicidad. ¿Por qué cuanto más sabemos y más experiencias vivimos sentimos más temores y exigimos más y más...?...