"Al pie de las tapias, y por entre sus rendijas, crecen la hiedra y esas campanillas de color de rosa pálido que suben sosteniéndose en las asperezas del muro hasta trepar a los bardeles de heno,por donde se cruzan y se mecen como una flotante guirnalda de verdura"
(G.A.Bécquer)
Pues sí. Gracias a un paseo por "devezencuandario ciclotimico" he recordado a Bécquer. Sevilla, Tarazona y Toledo. así,por éste orden.
Y es que cuando eres joven,muy joven, cuando apenas tienes velas que soplar de esa tarta de galletas hecha con mucho cariño por tu madre, tu cabeza no es más que una enredadera de de fantasías y sueños. Y yo por entonces, creía compartir con Gustavo Adolfo algo más que una fecha de cumpleaños.
Así que años después, mochila en mano, recorrí sus caminos en busca de señales. Sevilla, Veruela y Toledo. Evidentemente,poeta no se nace, se hace. Y por muchas sombras y hojas que recoges del camino, no consigues atinar con el verso tal y como esperabas.
Eso sí, a Bécquer siempre le estaré eternamente agredecida. Por esos lugares hermosos que disfruté gracias a sus versos y por la matricula de honor que conseguí en literatura en tercero de carrera gracias a él.
Sin duda, me quito el sombrero, capucha o lo que haga falta ante su pluma, en el sentido literario de la palabra,claro,que de todos es conocida su predilección por las féminas y sus aventuras por la calle de Hortaleza.
"Hoy como ayer, mañana como hoy
¡y siempre igual!
Un cielo gris, un horizonte eterno,
y andar...andar!"
Queda dicho.
domingo, 1 de abril de 2007
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1 comentario:
Qué coincidencias, ¿no? Somos becquerinas por los cuatro costados... Besotes.
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