jueves, 4 de octubre de 2007
...EN UNA BOTELLA
Estaba de pie frente al mar, con los ojos y el corazón llenitos de azul. Miraba al infinito en busca de respuestas.
-"¿Cómo sabré si la amo?"-preguntó al horizonte.
El siseo de una ola enrededa en sus tobillos. El chillido de alguna gaviota. No se oía nada más.
-"¿Cómo sabré si la amo?"-preguntó de nuevo.
Silencio.
Se dio media vuelta,pensativo,triste,arrastrando los pies por la arena. Uno,dos, hasta veinte pasos. Al fondo había una niña recogiendo conchas.
Cuando había perdido todas las esperanzas de hallar respuesta, le llego un eco, apenas un hilo de voz.
-"Cuando no necesites hacerme esa pregunta".
Se dio la vuelta,pero no había nadie. Siguió arrastrando los pies por la arena, como quien busca desenterrar la caracola más hermosa...
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2 comentarios:
Qué preciosidad... y cuánta razón tienes. Me encantan las cosas que escribes y tu manera de hacerlo, de dejarte el alma en cada letra, de dejarnos oír las olas del mar y tocar la textura rugosa de las conchas sobre la arena...
Ojalá él no lo preguntase.
Muchas gracias, me voy a poner colorada!!
Ah...sobre "él"...¿? Sólo te diré una cosa que me decía mucho a mi Landete..."nenica nenica,antes o después,todo llega". Gran filósofa albaceteña,si señor!!
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