Pues sí, resulta que ahora soy "señora". No se cómo ha ocurrido, ni en qué momento me transformé. Me gustaría saber cuándo y a qué hora llegó la metamorfosis, más que nada, para apuntarlo en el calendario-diario que cuelga del armario.
"6 de Febrero,médico a las 17 horas. 5 de Marzo, cumpleaños de Javier. 8 de Mayo: ya soy señora".
Lo único que se es que el miércoles me llamaban "chica" y cinco dias después ya era "señora". Así que ya no oigo eso de "chica, ¿tienes hora?". No, que va. Ahora es "Deja a la señora pasar, anda" (Me temo que para dar credibilidad al asunto tendré que dejar de pedir mostos y pasar de lleno al vermut a mediodía).
Yo le echo la culpa al carrito con bebé a bordo, porque por más y más que me miro al espejo, no descubro ninguna cana nueva, ni patas de gallo. Sí, alguna ojera que otra, y es cierto que las dos canas que mantengo y mimo desde hace años, siguen ahí. Pero también estaban cuando mi barriga luchaba contra la gravedad y entonces sí me miraban como a una adolescente.
Esto de ser madre sí que cambia. Los segundos son "macrosegundos" y los minutos pasan por tus ojos a la velocidad de la luz. El tiempo se te escapa sin remedio alguno y te sorprendes visitando casi a diario secciones del supermercado que jamás te hubieses imaginado pisar. Así, con el carrito lleno de pañales y toallitas para el culo, ¿cómo va a llamarme "chica" la cajera?.
Tendré que hacerme a la idea de que para el resto del mundo ya soy un adulto, aunque para mi, y por más empeño que le ponga seguiré siendo toda la vida un eterno adolescente.
domingo, 14 de octubre de 2007
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4 comentarios:
Ni caso... ¡¡pero ni caso!! ¿No te dije que a mí me dijeron una vez que si Laura -no tu Laura, sino "Laura BD"- era mi hija? Sí, como lo oyes...
Lo cierto es que de apariencia eres una "chica", y de corazón, una niña tierna... no dejes nunca de serlo, porque nos alegras la vida a más de uno y nos ayudas a mirar con otros ojos este mundo patético en el que nos soltaron una vez, sin libro de instrucciones que llevarnos a la boca.
Besos.
Cuando pierda la capacidad de asombrame, empezaré a sentirme viejo. Y como me sorprendo diáriamente por muchas cosas, seguiré siendo joven mucho tiempo.
Parafraseando al mago, mantén tu espíritu joven que el resto de tu cuerpo lo acompañará.
Además, eso de Señor tampoco me entusiasma. Quizás Sir...Gio
Parafraseando al mago
De señoras y de señores esta repleto el mundo.
A algunos se nos rebelaron poco a poco las arrugas, nos fueron creciendo los estratos de piel opaca y es por eso que nos falsea el espejo. Ese espejo que escamotea al niño que en realidad advertimos que nos sobrevive adentro
Nacemos con una edad que mantenemos toda la vida. Esta frase o similar debió decirla algún filósofo y en mí quedó grabada hasta el día de hoy, en que, después de leerte, me atrevo a rescatarla de mi memoria.
Lady, a mi después de lo de señor dentro de poco me añadirán lo de “mayor”, aún así pienso seguir jugando al escondite y a la gallinita ciega mientras pueda.
Un beso.
Noe: No me puedo creer lo que dices. ¡Que burros!. No porque Laura no parezca una cria...sino porque tú no pareces su madre!! Sería un cegatón, que de esos hay muchos. Gracias por lo de "niña tierna". Que bonito. Si es así, espero no crecer nunca!!
Estrigoiu: en eso consiste el elixir de la longevidad...en sorprendernos y descubrir todos los dias de algo nuevo. Hoy por ejemplo, la primera carcajada de Laura ;-)
Robin: jaja!! Por supuesto...el escondite y la gallinita ciega son juegos que jamás deberíamos dejar. Y mientras sigas manteniendo la edad con la que naciste, no creo que nadie se atreva a añadir lo de "mayor". Nos quedaremos con "señor" y "señora", a nuestro pesar...
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