viernes, 30 de marzo de 2007

PELEJAS


El ocaso desgrana los últimos suspiros de la tarde. El tiempo se dilata hasta desdibujar sus límites. Y el cielo extiende su abanico de colores cálidos.
Y sin embargo, me faltas.
Qué me importa éste cielo naranja sediento de miradas. Yo le miro porque busco tus ojos prendidos en él.
Ojalá me pudiera colar en tu alma en éste momento, justo ahora, cuando el dia comienza a cerrar despacio, muy despacio, sus párpados.

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